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Tratamiento del aborto espontáneo

Foto del escritor: EmergenciasUNOEmergenciasUNO

Actualizado: 12 dic 2024

MANUAL DE EMERGENCIAS 2025



El aborto espontáneo es la pérdida del embarazo antes de las 20 semanas de edad gestacional[1]. Este artículo académico abordará los aspectos clave del tratamiento del aborto espontáneo, incluyendo síntomas, signos clínicos, exploración, pruebas diagnósticas y manejo en emergencias.


Síntomas


Los síntomas más comunes del aborto espontáneo incluyen:


  • Sangrado vaginal, que puede variar desde manchado leve hasta hemorragia intensa[1][5]

  • Dolor abdominal, generalmente en forma de calambres o cólicos[5]

  • Expulsión de tejido o coágulos por la vagina[1]


Es importante destacar que la presencia de estos síntomas no siempre indica un aborto espontáneo inevitable, ya que algunos embarazos pueden continuar a pesar de presentar sangrado inicial[5].


Signos


Los signos clínicos del aborto espontáneo pueden incluir:


  • Dilatación del cuello uterino[1]

  • Sangrado activo observable durante la exploración[5]

  • Útero de tamaño menor al esperado para la edad gestacional[1]


Exploración


La exploración física es fundamental para evaluar un posible aborto espontáneo y generalmente incluye:


  • Examen pélvico: para evaluar la dilatación del cuello uterino y el sangrado activo[5]

  • Evaluación del tamaño uterino mediante palpación abdominal[1]

  • Valoración de signos vitales para descartar inestabilidad hemodinámica[1]


Pruebas diagnósticas


Las principales pruebas diagnósticas utilizadas en casos de sospecha de aborto espontáneo son:


  1. Ecografía transvaginal: Es la prueba más importante para confirmar el diagnóstico. Permite evaluar la viabilidad fetal, el tamaño del saco gestacional y la presencia de actividad cardíaca[1][5].


  2. Análisis de sangre:


    • Nivel de gonadotropina coriónica humana (hCG): Un nivel bajo o en disminución puede indicar un aborto espontáneo[5].

    • Hemograma completo: Para evaluar el grado de anemia en caso de sangrado significativo[1].

    • Grupo sanguíneo y factor Rh: Importante para determinar la necesidad de inmunoglobulina anti-Rh[1][5].


  3. Pruebas de tejidos: Si se expulsa tejido, puede enviarse al laboratorio para confirmar el aborto espontáneo[5].


Manejo de emergencias


El manejo de emergencia del aborto espontáneo depende de la presentación clínica y puede incluir:


  1. Estabilización hemodinámica: En casos de sangrado abundante, se debe asegurar un acceso venoso y administrar fluidos intravenosos[1].

  2. Evaluación rápida: Realizar una ecografía de urgencia para confirmar el diagnóstico y descartar embarazo ectópico[1][5].

  3. Manejo del dolor: Administrar analgésicos según sea necesario[1].

  4. Opciones de tratamiento:a) Manejo expectante: Esperar la expulsión espontánea del tejido gestacional, adecuada para abortos del primer trimestre sin complicaciones[1][2].b) Tratamiento médico: Uso de misoprostol (800 mcg por vía vaginal) para facilitar la expulsión del tejido[1][2].c) Evacuación quirúrgica: Mediante aspiración manual endouterina (AMEU) o legrado uterino instrumental (LUI) en casos de sangrado abundante, inestabilidad hemodinámica o infección[1][3].

  5. Administración de inmunoglobulina anti-Rh: En pacientes Rh negativos para prevenir la isoinmunización[1][5].

  6. Apoyo emocional: Ofrecer consejería y, si es necesario, derivar a grupos de apoyo[1][6].


El tratamiento del aborto espontáneo debe ser individualizado, considerando la edad gestacional, la presentación clínica y las preferencias de la paciente.


El manejo expectante y el tratamiento médico han demostrado ser alternativas seguras y efectivas al tratamiento quirúrgico en muchos casos, especialmente en abortos del primer trimestre[2][3].


Es fundamental proporcionar un seguimiento adecuado para confirmar la resolución completa del aborto y ofrecer apoyo emocional a la paciente y su pareja durante este proceso[1][6].


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