MANUAL MINORS
La fractura por avulsión ocurre cuando un fragmento de hueso se desprende debido a una contracción violenta o repentina de un músculo o ligamento, que lo arranca de su punto de inserción ósea. Es común en áreas donde los tendones y ligamentos se insertan en huesos, como el tobillo, la rodilla, la cadera y el hombro.
Esta lesión suele ocurrir durante actividades deportivas que implican movimientos explosivos, saltos o cambios de dirección bruscos. Los síntomas incluyen dolor agudo en el área afectada, hinchazón y dificultad para mover la extremidad.
Diagnóstico
El diagnóstico de una fractura por avulsión se realiza mediante la evaluación clínica del dolor localizado, sensibilidad en el sitio de la lesión y limitación funcional. La radiografía es la prueba de imagen inicial que confirma la presencia de un fragmento óseo desplazado.
En algunos casos, la resonancia magnética (RM) o la tomografía computarizada (TC) pueden ser necesarias para evaluar daños adicionales en los tejidos blandos o para planificar el tratamiento.
Diagnóstico diferencial
Condición | Diferenciación clave |
---|---|
Esguince ligamentario | Dolor en la articulación afectada sin evidencia de fractura ósea en la radiografía |
Fractura por estrés | Dolor progresivo con actividad, visible en radiografía o RM como una línea de fractura fina |
Fractura simple | Fractura lineal o desplazada sin separación relacionada con inserciones ligamentarias |
Ruptura tendinosa | Dolor en el área de inserción del tendón con pérdida funcional, pero sin fragmentación ósea en radiografía |
Contusión ósea | Dolor tras traumatismo, sin evidencia de fractura en las radiografías iniciales |
Manejo en Emergencias
En el servicio de urgencias, el manejo inicial de una fractura por avulsión incluye inmovilización del área afectada para evitar el desplazamiento adicional del fragmento óseo, aplicación de hielo para reducir la inflamación y analgesia con antiinflamatorios no esteroideos (AINEs).
En casos de fracturas más grandes o con desplazamiento significativo, es esencial remitir al paciente a ortopedia para una evaluación más completa. Se debe monitorear el estado neurovascular de la extremidad, especialmente si la avulsión ocurre cerca de una articulación importante.
Tratamiento Definitivo
El tratamiento definitivo depende del tamaño del fragmento y el grado de desplazamiento:
Tratamiento conservador: En avulsiones pequeñas y no desplazadas, el tratamiento consiste en reposo, inmovilización con férula o yeso, y fisioterapia progresiva para recuperar la movilidad y la fuerza del área afectada. El tiempo de inmovilización varía de 4 a 6 semanas, dependiendo de la ubicación y la gravedad de la lesión.
Tratamiento quirúrgico: En fracturas por avulsión con desplazamiento significativo, especialmente si afectan la función de tendones o ligamentos importantes, puede ser necesario un tratamiento quirúrgico para fijar el fragmento óseo mediante tornillos o suturas. Tras la cirugía, se inmoviliza la extremidad y se indica un programa de rehabilitación dirigido a la recuperación funcional.
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