MANUAL DE EMERGENCIAS 2025
La apendagitis epiploica, también conocida como apendicitis epiploica, es una condición inflamatoria benigna y autolimitada que afecta a los apéndices epiploicos del colon. Estos apéndices son pequeñas estructuras pediculadas llenas de grasa, de 0,5 a 5 cm de longitud, que se encuentran en la superficie serosa del colon[4]. A pesar de su relativa rareza, la apendagitis epiploica es una causa importante de dolor abdominal agudo que puede simular otras condiciones más graves, como la apendicitis o la diverticulitis[1][3].
Síntomas
El síntoma principal de la apendagitis epiploica es el dolor abdominal agudo, que suele ser:
De aparición súbita y localizada[5]
Moderado a intenso[3]
Exacerbado por el movimiento o la respiración profunda[5]
Más comúnmente localizado en el cuadrante inferior izquierdo, aunque puede presentarse en el lado derecho[1][5]
Es importante destacar que, a diferencia de otras condiciones abdominales agudas, la apendagitis epiploica generalmente no se acompaña de:
Fiebre
Náuseas o vómitos
Alteraciones del hábito intestinal[7]
Signos clínicos
Los signos clínicos de la apendagitis epiploica pueden ser sutiles y no específicos. Sin embargo, se pueden observar:
Sensibilidad localizada en el área afectada durante el examen físico[5]
Posible presencia de una masa palpable en casos avanzados[3]
Signos de irritación peritoneal, aunque generalmente son menos pronunciados que en otras condiciones inflamatorias abdominales[7]
Exploración
Durante la exploración física, el médico puede encontrar:
Abdomen blando y depresible[7]
Dolor a la palpación profunda en el área afectada, más combinada en la fosa ilíaca izquierda[7]
Signo de Dumphy positivo (aumento del dolor con la tos)[3]
Ausencia de signos de peritonitis generalizada[1]
Pruebas diagnósticas
El diagnóstico de la apendagitis epiploica se basa principalmente en estudios de imagen, ya que los hallazgos de laboratorio suelen ser inespecíficos o normales[6]. Las pruebas diagnósticas incluyen:
Tomografía computarizada (TC): Es el método de elección para el diagnóstico[1]. Los hallazgos característicos incluyen:
Lesión oval de baja densidad (grasa) adyacente al colon[8]
Anillo hiperdenso periférico[8]
Área central hiperdensa, indicativa de trombosis venosa[8]
Engrosamiento del peritoneo parietal adyacente[7]
Ecografía abdominal: Puede mostrar una masa ovalada, no compresible, hiperecogénica[6]
Analítica sanguínea: Generalmente normal, sin leucocitosis significativa o elevación de marcadores inflamatorios[7]
Manejo de emergencias
El manejo de la apendagitis epiploica en el servicio de emergencias es principalmente conservador, dado que la condición es autolimitada[5]. El tratamiento incluye:
Analgesia: Administración de antiinflamatorios no esteroideos (AINEs) para el control del dolor[7]
Observación: Monitoreo del paciente para asegurar que no haya complicaciones o empeoramiento de los síntomas[5]
Educación del paciente: Informar sobre la naturaleza benigna y autolimitada de la condición[5]
Seguimiento: Programar una revisión en consulta externa para asegurar la resolución completa del cuadro[7]
Consideración de antibióticos: Aunque no siempre es necesario, algunos médicos pueden prescribir un curso corto de antibióticos para prevenir complicaciones infecciosas[7]
Evitar intervenciones quirúrgicas innecesarias: El reconocimiento preciso de esta entidad puede prevenir cirugías exploratorias innecesarias[3]
La apendagitis epiploica es una causa importante de dolor abdominal agudo que requiere un alto índice de sospecha para su diagnóstico. El conocimiento de sus características clínicas y radiológicas es fundamental para evitar intervenciones innecesarias y proporcionar un manejo adecuado en el servicio de emergencias.
Citas
[4] https://www.elsevier.es/es-revista-gastroenterologia-hepatologia-14-articulo-apendagitis-epiploica-una-causa-infradiagnosticada-S0210570511001336
[8] https://www.elsevier.es/es-revista-gastroenterologia-hepatologia-14-articulo-apendicitis-epiploica-otra-apendicitis-S0210570508712718
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