MANUAL DE EMERGENCIAS 2025
El aborto séptico es una complicación grave del embarazo que requiere atención médica inmediata. Se define como una infección uterina severa que ocurre durante o poco después de un aborto espontáneo o inducido[1][2]. Esta condición representa una emergencia ginecológica que puede poner en riesgo la vida de la paciente si no se trata adecuadamente.
Síntomas
Los síntomas del aborto séptico suelen manifestarse dentro de las 24 a 48 horas posteriores al aborto[1][2]. Estos incluyen:
Escalofríos
Fibra (temperatura superior a 38°C)
Flujo vaginal maloliente
Sangrado vaginal
Dolor abdominal o pélvico intenso
Náuseas y vómitos
En casos graves, pueden presentar signos de shock séptico, como hipotermia, oliguria y distrés respiratorio[1].
Signos clínicos
Durante la evaluación clínica, los profesionales de la salud pueden observar:
Taquicardia
Hipotensión arterial
Fiebre persistente
Dolor a la palpación abdominal.
Signos de peritonitis
Secreción purulenta por el orificio cervical externo[3]
Es importante destacar que la presencia de un dispositivo intrauterino (DIU) durante un aborto febril debe considerarse como un aborto séptico con posibles maniobras[3].
Exploración
La exploración física es fundamental para el diagnóstico y debe incluir:
Evaluación de signos vitales.
Exploración abdominal para detectar dolor, masas o signos de irritación peritoneal.
Especuloscopía para evaluar el sangrado y la presencia de secreciones.
Tacto bimanual para valorar la altura uterina, permeabilidad del cérvix y dolor a la movilización cervical[4]
Pruebas diagnósticas
Para confirmar el diagnóstico y guiar el tratamiento, se recomiendan las siguientes pruebas:
Hemocultivos para identificar los microorganismos causales.
Hemograma completo (se espera leucocitosis >15,000 con desviación a la izquierda)
Pruebas de función hepática
Niveles de electrolitos, glucosa, urea y creatinina.
Tiempo de protrombina (TP) y tiempo de tromboplastina parcial (TTP)
Ecografía pélvica para evaluar la presencia de restos ovulares y posibles complicaciones[1][4]
En casos de septicemia, se debe buscar específicamente Streptococcus del grupo A y clostridios[1].
Manejo de emergencias
El tratamiento del aborto séptico requiere un enfoque multidisciplinario y debe iniciarse de inmediato:
Estabilización hemodinámica: Administración de fluidos intravenosos y monitorización de signos vitales[3].
Antibioticoterapia: Se debe iniciar de forma empírica y de amplio espectro. Un régimen común incluye clindamicina más gentamicina, con o sin ampicilina[2].
Evacuación uterina: El tejido infectado debe ser removido lo antes posible, generalmente mediante dilatación y legrado (D&C) o dilatación y evacuación (D&E)[2].
Manejo del shock séptico: En casos graves, puede ser necesario el ingreso a una unidad de cuidados intensivos para soporte cardiovascular y respiratorio[3].
Seguimiento: Monitorización estrecha de la respuesta al tratamiento y ajuste de la terapia según los resultados de los cultivos[1].
Es crucial recordar que el aborto séptico es una condición potencialmente mortal que requiere un diagnóstico rápido y un tratamiento agresivo. La prevención, mediante el acceso a servicios de salud reproductiva seguros y profesionales, es fundamental para reducir la incidencia de esta complicación[1][2].
Citas
[2] https://www.msdmanuals.com/es/hogar/salud-femenina/trastornos-en-las-primeras-etapas-del-embarazo/aborto-séptico
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